FUTBOL REDUCIDO

Publicado en "15 CUENTOS Y 3 DE OTRO PALO"

La peculiar adaptación del balón pie conocida como fútbol reducido, es practicada en la actualidad de manera tan irrespetuosa, que ha obligado a romper el silencio a los artesanos que la gestaron en los floridos campos del Paraje La Ilusión.

La comisión de Contenidos Intimos del Paraje, desea aclarar que la manera actual de jugar este elogiado fútbol reducido, es nada más y nada menos que una distorsión del originario. Esta disciplina fue depurada en su genuina esencia, por los conspicuos integrantes de la Liga de Moralidad Campesina, que sorprendidos por la interesante cantidad de seguidores que cosechó el juego, se convirtieron en los principales detractores de la delicada disputa.

Los Refinados de la Redonda –así fue como se autobautizaron los distinguidos burgueses-, se opusieron desde el minuto cero a los enfrentamientos promovidos por Don Velásquez, capataz de La Estancia.

El tiempo fue testigo de la envidiable perseverancia y la billetera siempre lista para cautivar periodistas, que tuvieron los detractores territoriales de nuestro querido entretenimiento. En dos años exactos, los notables, consiguieron cambiar hasta el mismísimo nombre del juego.

El primer partido disputado en El Paraje fue presentado en sociedad bajo el nombre de “fútbol nudista”. El evento, no contó con la presencia de los diferentes puristas de la zona y tampoco tuvo la cobertura periodística de la publicación escrita “Todos en Penitencia”.

Fue entendible que los conservadores de la Pampa Gringa no se hicieran presentes en el partido inaugural, porque fue promocionado bajo la consigna:

“Venga a ver Fútbol nudista… una manera artesanal de mostrar las pelotas”.

Varias minorías identificadas con la consigna, se llegaron a la estancia. Las diferentes agrupaciones eran coincidentes en las características de sus integrantes: unos muchachotes mayores de cuarenta años, que deseaban mostrarse con las pelotas por el piso.

Los Suecos Eric y Rodolfo Johanson aparecieron catorce días antes del cotejo inaugural. Nadie supo cómo se enteraron, porque las invitaciones se cursaron con solo dos días de anticipación. Para el prestigio del Paraje, los rubios vinieron como anillo al dedo porque terminaron siendo condecorados por el Cónsul de su país, por ser los únicos suecos presentes en una disputa deportiva de la provincia de Santa Fe.

Tímidamente, algunos adeptos regionales fueron asegurando su presencia. En su mayoría , se trataba de intransigentes jugadores que penaron entre silbidos e insultos las canchas de nuestras ligas.

Chiche Barchetta –hijo del único instructor de Veo Veo del país- se acercó a las canchas del Paraje, siguiendo el consejo de un técnico de Melincué que le insinuó durante veinte meses, que su actitud lo mostraba “en bolas del mundo”.

Mingo Albertengo creyó necesario para su dignidad, abandonar la práctica del fútbol tradicional, luego de haber soportado durante treinta años un cántico en su honor que decía: “Ganaste, perdistes…Minguito bolas tristes”.

Menos costosa fue la decisión de Carlitos “La Totola” Zacramone que desde inferiores escuchó los alaridos de su padre en el tejido, ordenándole abandonar la práctica deportiva: “porque sus definiciones le hacían reir las pelotas”.

Juancho Lapondorra fue el único técnico recibido que se presentó a la cita, sosteniendo su adhesión a la disciplina desde sus inicios en la profesión. El hombre aseguró que haberle hablado a calzón quitado a sus jugadores durante quince años, era mucho más que una carta de recomendación.

El afamado club “Sexo y Cumbia” de Ibiza, acercó a través de su representante en la Argentina Lupita Menna, una conmovedora carta compromiso que hasta el día de hoy cuelga de un aparador en la sede del Paraje, justo al lado del posters de los hermanos Jacobson, “ Los Globetrotters del Nudismo”.

Fue inolvidable para los presentes esa jornada inaugural. Para los jugadores resultó imposible marcar en zona, porque no pudieron resistir la tentación del hombre a hombre. En los corners los agarrones duraban minutos y al árbitro no le dejaban otra opción que marcar penal para que se soltaran.

Para los simpatizantes, fue una jornada que no podrán borrar de sus memorias. La onda expansiva del juego fue tan fuerte, que en los días posteriores los muchachos de las comunas no se animaban a desmalezar los yuyales y las zanjas, porque se habían convertido en lugares propicios y sagrados para armar picaditos de fútbol nudista.

Esta ebullición de líbido futbolera, fue alertando a los moralistas, que de a poco fueron infiltrando jugadores, periodistas, técnicos y cancheros, para terminar dejando el juego como lo conocemos por estos días.

Don Velásquez comenta con agrado en rueda de amigos, que los conservadores podrán haber cambiado las formas del juego, pero nunca podrán sacar del Museo de Firmat, la portada del mensuario “Ovejas y Jineteadas”, con la foto en la tapa de Pistolita Valdez, el mejor jugador de fútbol nudista del mundo.