ATENTO AMIGO: MIRTHA LEGRAND ES UNA VIEJA REACCIONARIA... Y ZULMA LOBATO ES DEL "PALO"

18/12/07

AQUELLOS BUENOS VIEJOS TIEMPOS DEL BASQUETBOL FIRMATENSE

Esta nota fue publicada por el semanario firmatense CRONICA REGIONAL. El semanario estuvo en la calle la 3er.semana de diciembre y al leerlo encontré diferencias con el texto de mi autoría que les envié por mail.
Existen algunos errores de impresión que no corresponden a mi nota original y que se pueden prestarse a malas interpretaciones. En una oración del segundo parrafo yo digo "traccionaron" y el diario publico "traicionaron".


Reproduzco en este blog la nota original.


AQUELLOS NUEVOS VIEJOS TIEMPOS DEL BASQUETBOL FIRMATENSE


¿Por qué 250 personas deciden ir a ver una final del Torneo Comercial de Básquet de Argentino? ¿Por qué Firmat Foot Ball Club puso todo lo que tenía que poner en cancha, para coronarse campeón de la Asociación Venadense de Básquetbol? ¿Por qué más de doscientas personas se juntan a ver una final de Infantiles? ¿Por qué más de 300 chicos se juntan en un club y en las calles, para formar parte de un encuentro de mini?
Podría decirse que el deporte y el deseo de los organizadores los convoca; no estaría mal sostener esa idea, pero este juego llamado básquet en esta ciudad, representa una pasión.
No es ninguna novedad, que las historias de nuestros clubes han propiciado situaciones que traccionaron pasiones y fomentaron la participación, algo que cualquier político desearía para su tropa. Tampoco podríamos obviar que el cambio socioeconómico que le permitió a la Argentina salir de la crisis del 2001, abrió una hendija por donde se filtró una dosis de optimismo, que ayudó a descomprimir la decepción familiar que sentíamos día a día.

El cambio todavía no ha cosechado todo lo que los sectores mas desprotegidos de la sociedad necesitan, pero sirvió para forjar -según esta fotografía- la “vuelta a los clubes”. En ese punto de encuentro el básquet volvió a reacomodar su lugar, ahí nomás, un escalón debajo del deporte más popular del mundo: el fútbol.
Los diferentes ingredientes de la nueva tecnología nos permitieron ver junto a nuestros amigos y en nuestros hogares, el despegue de la Manumanía por ESPN; la coronación del básquetbol argentino en el podio Olímpico por TyC Sports y un bonus track por la televisión pública. En ese canal 7 que fundió Sofovich, llenamos de orgullo nuestro pecho, porque un pibe llamado Antonio Porta, disputaba cara a cara un lugar con Delfino y Scola, dos que son de la NBA.

Volvimos a ver por la Santa Fe a los pibes con las remeras de básquet, la de Manu, la de Antonio y la del Emi. A diferencia de la floreciente Firmat de los 80, estos chicos tienen un lugar público para mezclarse, el playón. Ese lugar propicia el encuentro entre los que aprendieron tirando al aro solos… y los que se formaron con El Pocho, El Brujo, Mario, El Bocha, Gustavo, El Pipi y tantos otros.

Por alguna vereda de Santa Fe y Mitre, tres pibes buscan los rastros que dejó el Penka Aguirre; ese Firmasantiagueño que se potenció en la Liga B por su talento y porque Firmat Foot Ball Club fue protagonista en los últimos años.
En la calle Buenos Aires dos adolescentes le preguntan a su padre si es verdad que Andrés Olivier con solo diecisiete años, debutó en la Liga Nacional A de la mano de Chico Porta . El padre les contesta que sí y aprovecha para señalarle que a él “no le metía tantos triples” en las prácticas de inferiores.

Estos firmatenses que habitan las canchas de esta época, son hijos de la manumania y de la gran competitividad que nos “regalaron” los años 90. Abrámosle una puerta a la memoria, para que ellos sepan que Amadeo Ferrari cerraba la bicicletería para darnos básquet en el viejo gimnasio y que su bolsa con los ejercicios conservaba la grasa de algún piñón de nuestras bicis; o para que sepan también, que Horacio Seguí antes de ser un técnico consagrado, se calzaba la camiseta de Firmat para jugar los clásicos; podrían preguntarle cuando se los crucen por la calle al Flaco De La Vega o a Carlitos Fabrini, que sintieron cuando jugaron en la selección Argentina ; y ya que estamos, si alguien cruza por la sede de Firmat a Mario Guzmán, pidan un cortado, siéntense un segundo y pregúntenle ¿que siente por esta ciudad?

Los clubes necesitan de los socios para generar sus ingresos y lógicamente para poder mantener sus instalaciones. Se supone, que el crecimiento de la masa societaria traerá dinero a las arcas tan castigadas de esas instituciones y es bueno que eso pueda pasar. Suena prometedor el 2008 imaginando esa posibilidad, sería bueno que esos mismos clubes propicien la llegada de aquellos niños que “no tienen dinero” para la cuota, pero que están deseosos de ser incluidos en estos “nuevos viejos tiempos firmatenses”.

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